¿Qué es el cromo?
¿Qué tipos de cromo existen? El cromo es un metal que se encuentra en varias formas en el medio ambiente. Los dos tipos más comunes son:
Cromo trivalente (Cr III): Es un nutriente esencial en pequeñas cantidades, necesario para el metabolismo normal de los carbohidratos, grasas y proteínas.
Cromo hexavalente (Cr VI): Es la forma más tóxica del cromo y está relacionado con riesgos significativos para la salud.
¿Cómo llega el cromo al agua?
¿De dónde proviene el cromo en el agua? El cromo puede entrar en las fuentes de agua a través de procesos industriales como la fabricación de acero, la galvanoplastia, y la producción de pigmentos y conservantes de madera. También puede ser liberado al agua por la erosión de depósitos de minerales naturales que contienen cromo.
¿Es peligroso el cromo en el agua?
¿Cómo afecta el cromo hexavalente (Cr VI) a la salud? El cromo hexavalente es altamente tóxico y puede causar varios problemas de salud, entre ellos:
Cáncer: La exposición prolongada al cromo hexavalente está relacionada con un mayor riesgo de cáncer, especialmente cáncer de pulmón si es inhalado, y cáncer de estómago o intestinos si es ingerido en el agua.
Irritación y ulceración: El contacto con cromo hexavalente puede causar irritación en la piel y en las mucosas, así como úlceras en el tracto digestivo si se ingiere.
Problemas renales y hepáticos: La exposición crónica al cromo hexavalente puede dañar el hígado y los riñones.
¿Cuál es el límite seguro de cromo en el agua potable? La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece un límite máximo de 0.05 mg/l (miligramos por litro) para el cromo en el agua potable, con especial atención al cromo hexavalente debido a su toxicidad.
¿Cómo se puede reducir el cromo en el agua?
¿Qué métodos son efectivos para eliminar el cromo del agua? Los métodos para reducir el cromo en el agua incluyen:
Reducción química: El cromo hexavalente puede ser reducido a cromo trivalente, que es menos tóxico, a través de un proceso químico que luego permite su eliminación.
Osmosis inversa: Este método de filtración es eficaz para eliminar cromo, junto con otros contaminantes, del agua potable.
Intercambio iónico: Las resinas de intercambio iónico pueden capturar y remover iones de cromo del agua.
Adsorción con carbón activado: Este método puede ser efectivo, especialmente para concentraciones más bajas de cromo en el agua.