Arsenico

Arsenico

¿Qué es el arsénico?

El arsénico es un elemento natural presente en la corteza terrestre que puede encontrarse en el agua en diferentes formas químicas, principalmente como arseniato (+5) o arsenito (+3). Su concentración en aguas naturales suele ser baja, pero puede aumentar significativamente en aguas subterráneas debido a la presencia de minerales de sulfuro y rocas volcánicas.

Riesgos para la salud

El arsénico en el agua potable puede tener efectos graves para la salud. A niveles altos, puede causar intoxicación aguda, con síntomas como náuseas, vómitos y diarrea. La exposición prolongada al arsénico en concentraciones elevadas está asociada con problemas de salud crónicos, como lesiones en la piel, neuropatía periférica, cáncer de vejiga, pulmón y piel, y enfermedades cardiovasculares.

Límite seguro

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras autoridades establecen un límite de 10 µg/l (microgramos por litro) para la concentración de arsénico en el agua potable. Este valor es considerado provisional, y se recomienda mantener las concentraciones lo más bajas posible debido a los riesgos asociados.

Tratamientos efectivos

Para eliminar el arsénico del agua, se pueden utilizar varias tecnologías, incluyendo:

  • Intercambio de aniones: Utiliza resinas especiales para capturar y eliminar el arsénico del agua.

  • Osmosis inversa: Filtra el agua a través de una membrana semipermeable que elimina contaminantes, incluido el arsénico.

  • Coagulación y precipitación: Adición de químicos para formar compuestos que se pueden remover del agua.

Métodos de detección

Se pueden utilizar diversos métodos para medir el arsénico en el agua, incluyendo espectrofotometría, absorción atómica con horno de grafito, y espectrometría de masas con plasma acoplado inductivamente (ICP-MS). Estos métodos permiten detectar concentraciones de arsénico tan bajas como 1 µg/l, aunque alcanzar niveles inferiores a 10 µg/l puede requerir una optimización cuidadosa del proceso.

Recomendaciones prácticas

  • Sustitución o dilución: En casos de alta concentración de arsénico, considerar la sustitución del agua o la dilución con fuentes de agua seguras.

  • Uso de fuentes alternativas: Para el consumo y la preparación de alimentos, se recomienda usar fuentes de agua con niveles bajos de arsénico, mientras que para el lavado y la lavandería, las fuentes contaminadas pueden ser aceptables.